jueves, 23 de enero de 2014

Entrevista: Elena Cánovas


Libertad a través del arte 


Elena Cánovas es dramaturga y actriz. Es directora de la compañía de Teatro Yeses desde 1985, y funcionaria del Cuerpo Especial de Instituciones Penitenciarias. Además, ejerce como profesora del taller de teatro de la cárcel de mujeres de Madrid. A lo largo de su carrera, ha sido galardonada con varios premios. Entre los más recientes se encuentra el Premio Dionisos, creado por la UNESCO y destinado a proyectos teatrales que tuviesen repercusión social en 2007. En 1990 obtuvo el Premio accésit Calderón de la Barca por el Ministerio de Cultura y en 1995 se hizo con la Medalla al Mérito Penitenciario por la labor de enseñanza y actividad teatral realizada en las cárceles. En 2009 los profesionales del mundo del teatro le concedieron el Premio Nacional Unión de Actores, en consideración a la trayectoria teatral continuada en las cárceles. Ha publicado varias obras de teatro, entre ellas se encuentran Mal Bajío en 1994, Quién le puso a mi vida tanta cárcel, en 2001 y No hay nada como la familia. La última, La balada de la cárcel de Circe fue en 2008. 

¿Por qué tomó la decisión de dedicarse a realizar teatro con presas? 
No me gustaba la realidad de la prisión, empecé a estudiar arte dramático en la escuela oficial de Madrid porque me gustaba y pensé que las internas disponían de tiempo suficiente como para hacer esta maravillosa actividad.

¿Qué significa para ellas el poder hacer actividades teatrales? 
Lo primero es evadirse de la prisión, lo segundo convertir el tiempo muerto en tiempo de aprendizaje, también desarrollan facetas de su personalidad y se socializan trabajando en grupo, poniendo en práctica capacidades de solidaridad y tolerancia a través de la actividad teatral. Se eleva la autoestima, se produce un acercamiento a la cultura, especialmente a la literatura, donde conocen los personajes que van a representar con sus dificultades y contradicciones humanas.

Tengo entendido que en un principio sólo actuaban en la prisión, y después salieron incluso a la calle... ¿cómo se fueron desarrollando estos acontecimientos?
Al principio eran las fiestas en la prisión pero nuestra idea era traspasar sus muros a través del teatro y llevarlo al exterior. Un año, 1987, llegó a la prisión un boletín donde nos invitaban a participar en un certamen teatral con otros grupos. Al no poder salir, el jurado se desplazó a la prisión para puntuar nuestro espectáculo y nos seleccionaron para competir con los otros grupos. Concedieron a una actriz del Grupo Yeses el Premio de Interpretación de toda la muestra y una Mención de Honor a toda la Compañía. Después nos planteamos escribir un texto que hablara de las mujeres dentro de la cárcel y, ese texto, enviado al Ministerio de Cultura, nos trajo el Premio Calderón de la Barca de 1990. El premio implicaba la dotación económica necesaria para producir el espectáculo, por lo que la Dirección General de Instituciones Penitenciarias facilitó los permisos para que tres internas pudieran asistir a los ensayos y hacer el espectáculo en el exterior junto a actores profesionales. A partir de ahí fueron más comunes las salidas esporádicas al exterior del grupo de teatro, que se estabilizaba con el tiempo.

¿Qué tipo de obras se realizan?
Primero eran más sencillas, luego fue teatro absurdo, también teatro cómico, teatro social, y en su última etapa, realizamos teatro de mujeres ya que la patrocinadora era la Dirección General de la Mujer de la Comunidad de Madrid.

¿Cómo reacciona el público ante las actuaciones?
El público sufre también el proceso de evolución del grupo, al principio había expectación y morbo ya que las mujeres viajaban en el furgón de la guardia civil y esposadas. Actualmente hemos superado esa fase, incompatible con el desarrollo del teatro en libertad, y las internas van con los actores con los que trabajan de forma normal. Ahora el público recibe a las internas con cariño, solidaridad y valora la calidad del espectáculo.

Después de tantos años de experiencia, ¿qué opinión tiene usted acerca de la gestión y la manera en que se desarrolla la vida de los presos? ¿cree que se trabaja bien la reinserción social en las prisiones españolas? 
Las cárceles han cambiado mucho desde que entré hace 30 años en la prisión de Yeserias. Están en mucho mejores condiciones, pero sin embargo todavía hay que hacer un esfuerzo para dar a los presos lo que la sociedad les ha negado, ya que la mayor parte de ellos han tenido circunstancias difíciles y provienen de las capas sociales más bajas. Les ofrecen formación y trabajo pero deben avanzar más. Falta en la ejecución de las penas el seguimiento en el periodo de libertad, para que en el momento crítico se les den las herramientas para que logren vivir dignamente y superen los obstáculos. Para ello, deberían coordinarse diferentes instituciones.
Rumbo a Guachafita, 2011
¿Qué reclamos le llegan a usted de las presas?
Muchas no se sienten atendidas en sus reivindicaciones, quieren ver a su familia, salir de permiso más rápido... y es difícil de comprender para ellas el que después de haber preparado un papel no puedan salir a hacer la función por falta de permiso del juez o de la prisión, con lo que el grupo también se resiente.

Haciendo balance de todos estos años, ¿qué suceso o experiencia ha sido la más positiva, y cuál la más negativa? 
La experiencia más positiva fue el Forum de las Culturas de Barcelona con un marco internacional que enriqueció mucho al grupo, y el Premio de la Asociación de Actores, ya que fueron los propios actores los que reconocieron el trabajo de la Compañía Yeses. El más negativo es el momento de la muerte por sida, generalmente de actrices que habían integrado el grupo y que eran geniales en el escenario y, sin embargo, ves como se va consumiendo su vida. Esto está descrito en una escena importante de la película El Patio de mi cárcel.

¿Qué proyecto fue el más emocionante para usted?
La representación de La Orgía de Enrique Buenaventura en el Teatro Alfil. Este teatro vanguardista, puntero y a punto de cerrarse por ello, resurgió con este montaje debido al éxito de la obra.

Ahora que se ha jubilado, ¿qué proyectos tiene o qué le gustaría hacer?
Continuo con la misma actividad en los montajes de Yeses y me gusta realizar cualquier actividad teatral con grupos profesionales.

miércoles, 22 de enero de 2014

Ciclo New Paper 5

"Se avecina una nueva era de esplendor para 

los periódicos"
Pedro J. Ramírez. New Paper 5. ©‎ Manuela Medina

Pedro J. Ramírez cometió un gran error, junto al resto de diarios generalistas de nuestros país, con la entrada de la era digital en la rutina de los consumidores de información: ofrecer el periódico on line de forma gratuita. Con los años, las cifras han hablado por sí solas: en 2007 la prensa escrita facturaba en España 1.993 millones de euros en publicidad. El total de la inversión publicitaria on line era de 247 millones de euros, de los cuales alrededor de 100 millones correspondían a los periódicos. En el año 2013, los periódicos hemos facturado en internet 377 millones. 

 "Hemos pasado de 2.100 millones a 750 millones en España. Al mismo tiempo, la venta en kioscos no ha dejado de caer, como consecuencia de las dos crisis existentes, por un lado la que azota a la economía mundial, y en segundo lugar, la específica del sector periodístico. La gran paradoja es que nunca hemos tenido tantos lectores como ahora, ayer la web del mundo tuvo mas de 2.400.000 usuarios únicos, que generaron mas de 12 millones de paginas vistas. ¿Como puede ser? Nunca hemos tenido más lectores, ni menos ingresos. Hemos pasado por eres, disminuciones de sueldos y de las condiciones de trabajo, dejamos de contratar periodistas jóvenes: la actividad está sumida en una clara recesión", explicaba Pedro J. Ramírez este martes 21 de enero, con motivo del ciclo #NewPaper5 en el Salón de Actos de la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense de Madrid

 Con este panorama, era cuestión de tiempo encontrar una alternativa. La alternativa que desde El Mundo se lleva maquinando nada menos que 4 años, toma el nombre de Orbyt. Se trata de una plataforma de pago, en la que el usuario puede ir decidiendo los paquetes informativos por los que está dispuesto a pagar. Allí se puede encontrar, además de películas, sorteos, contenido infantil... el periódico El Mundo a diario, sus suplementos, Expansión, y en líneas generales, todas las unidades de negocio de Unidad Editorial

 "Me gustaría que este encuentro fuera el comienzo de algo. Lo que vengo a explicaros, es que hemos desembarcado en Normandía. Nos queda aun un camino herizado de peligros hasta llegar a París, pero a partir de la experiencia desde que El Mundo cambiara de piel, ya puedo deciros que habrá desfile en París, está garantizado que vosotros y periodistas como vosotros estaréis en el desfile. Los periódicos subsistirán en un soporte o en otro. Mientras exista demanda de información en la sociedad, sobre todo aquella que los poderosos intentan mantener en secreto, existirá el periodismo. Se avecina una nueva era de esplendor para los periódicos. Es de sentido común la necesidad de un sistema más eficiente para la distribución de contenidos informativos que conocemos ahora. Solo hace 4 años que apareció el primer iPad, y casi de manera contemporánea nació el concepto Orbyt". 

 Un nuevo modelo de negocio, Orbyt, que podría traducirse en una manera de rentabilidad la distribución de una información de calidad en la red. Al encuentro acudieron como acompañantes de Pedro J, la Decana de la Facultad de Ciencias de la Información, María del Carmen Pérez de Armiñan; Felipe Sahagún, profesor de RRII en la Complutense, periodista especializado en información internacional y miembro del Consejo Editorial de El Mundo; Carmen Salgado, directora del Departamento de Periodismo II de Ciencias de la Información; y por último, Arturo Gómez Quijano, profesor del Departamento de Periodismo II y organizador del ciclo New Paper, cuyo objetivo reside en regalar una carga de optimismo a sus espectadores.

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